Bailando con logos

Uno de los ejercicios más complicados y creativos es el diseño de marcas y logotipos.

Sintetizar ideas complejas en una sola imagen de manera simple y atractiva para que puedan ser recordadas en una fracción de segundo, requiere pensar visualmente y muchos quebraderos de cabeza.

Se equivoca el que piense que esto se resuelve con dos trazos hechos en un tarde, y sin boceto previo. Es un trabajo que lleva más tiempo que pintar un cuadro. Buscar información sobre el producto, indagar sobre lo hecho hasta la fecha en ese sector, y posteriormente trazar bocetos hasta llegar al resultado deseado puede suponer 8 o 10 versiones distintas.


 

Luego queda comprobar si su aplicación práctica en un sobre, en el rótulo de una furgoneta o sobre distintos fondos de color es viable.

¿Que tienen las marcas que tanto nos atraen, hasta el punto de que hay quien viste solo "de marca"?
Se trata de la identidad. La identificación con el producto, con la marca comercial o con la simbología política o religiosa, son algunos de los casos más frecuentes. Todos somos conscientes de lo que puede suponer llevar la camiseta de un equipo en un lugar inadecuado. Son símbolos.

Las marcas y logotipos nos repugnan y nos atraen a partes iguales. Han dejado de ser un sello de calidad para convertirse en la imagen visible de productos, empresas, entidades y organismos públicos.


Es frecuente que los patrocinadores de los proyectos soliciten colocar su logotipo en un cartel de manera exageradamente grande, pareciendo el cartel una excusa para colocar un logo. Si se trata de varios patrocinadores peor todavía. ¿Cual va primero y en que proporción en referencia a los demás?


En primer lugar quien contrata y luego los demás en rango de importancia, pero todos a una escala similar, salvo el primero que será algo mayor. El ojo nunca debe de llevarnos a fijar nuestra atención en el logo como objeto principal de un cartel. Debe integrarse de manera equilibrada en el conjunto.

Si nos referimos estrictamente al patrimonio, la identidad de un proyecto empieza por crear la marca, que se repetirá en todos elementos que la integren.


Por ejemplo en el proyecto de los molinos de Ponte Goiáns, comentado en una de las entradas anteriores, repetimos el logo en todos los elementos del proyecto: Memoria técnica, carteles interpretativos, unidades didácticas para centros educativos, folletos y página web del concello. ¿Cual es el objetivo? Que la marca se vaya fijando en el espectador hasta identificar de manera clara dicho proyectos a través de su logotipo. A esto le llamamos paquete de identidad. 

Es la misma técnica utilizadas por las empresas para crear su identidad corporativa claramente identificable por su forma, diseño y color.

En todos estos logotipos que veis, me gusta trabajar con formas muy simples que no dejen lugar a dudas de lo que estamos hablando. Uno o dos colores máximo. Cuantos más colores, más dificultad para aplicarlo sobre fondos de color. Alguno de los elementos del logo puede llegar a perderse sobre el fondo.

Os dejo algunos ejemplos de aplicaciones sobre el mismo logo. En la parte de abajo del folleto vemos perfectamente la jerarquía entre los distintos logotipos.





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